sábado, 12 de abril de 2014

Desmesura









Dijo que no. Y el Tiempo se quedó sin tiempo.
Luego, la vida hizo una pausa
y todo pareció recomponerse
como esos acertijos infantiles
en los que solo falta una palabra,
una palabra necesaria y rara.
Pero dijo que no. Cerró los labios
y escuchó el gorgoteo de las sílabas
luchando por vivir a la intemperie.
Dijo que no. Y el tiempo oyó el silencio.
Luego, la vida hizo una pausa.
Y todo fue distinto: el dolor fue
más cauto, más sensato,
la lujuria lloró en su madriguera.
Y el tiempo inauguró sus máscaras:
hubo un pequeño espanto en los rincones,
temblaron los espejos agobiados
defendiendo impotentes el azogue.
Los pájaros callaron esa tarde
y la luna brilló blanca y sin manchas.
Ardió la noche como vieja tea
con la absurda avaricia de la muerte,
con su luto distante y pegajoso,
y un rencor resabiado y carcomido
descargó como lluvia en el desierto.
Entonces, solo entonces,
oyó a su corazón ladrando
y se volvió despacio a los espejos
y los vio tiritar con mucho frío
y pedir compasión desde su escarcha.
Y no supo qué hacer con tanta desmesura:
cerró los labios y escuchó al silencio.

Desmesura
Francisca Aguirre














3 comentarios:

Sirgatopardo dijo...

Inquietante, desasosiego...

carlos perrotti dijo...

Texto y video, el uno para el otro. Genial como redondeaste el círculo, Marian. Me quedo reviendo y releyendo.

marian dijo...

Pues no he utilizado el compás, eh.
El poema no necesitaba añadidos en su "desmesura", pero he recordado el vídeo con el tema de Slipknot (los de las máscaras) y que me perdone Francisca Aguirre.