martes, 28 de octubre de 2014

Contrastes




Eva Braun





El absurdo es el concepto esencial y la primera verdad

Albert Camus






Louise Brooks
Love 'Em and Leave 'Em (1926) 






Pero a mi lado pasa una condesa polaca monumental y arrogante
y se escucha un violín, y se cierra una puerta.







Johann Sebastian Bach 
Chaconne for Solo Violin / Itzhak Perlman 

Partita para violín solo n.º 2, BWV 1004 en re menor 

Movimientos:

Allemande
Courante
Sarabande
Gigue
Chaconne





FRANZ KAFKA

Padre, le digo, dame tres granos de cebada para despertar al durmiente.
Pero mi padre no responde:
es un enorme jinete de bronce, alto sobre colinas y sinagogas.
Madre, le digo, aparta tanta niebla,
muéstrame un rostro dulce, del que broten palabras ingenuas.
Pero ella se ha perdido por los callejones de piedra
y sólo encuentro en el espejo sus ojos inmensos.
Abuelo, digo entonces, ya no luches más con el ángel,
ven a contarme historias junto al fuego, mientras se hiela el Elba.
Pero el viejo me mira con ojos ausentes, y comprendo
que no es este mi abuelo sino un viejo gitano que quiere venderme un recuerdo.
Hermana, bella hermana, le digo,
toma mi mano que está oscuro en esta casa inmensa.
Pero a mi lado pasa una condesa polaca monumental y arrogante
y se escucha un violín, y se cierra una puerta.
Hermano, digo, qué bello cabalgas sobre el potro de madera y de laca,
¿hacia dónde nos llevan estas tardes inciertas?
Pero él es solo una imagen, una gris fotografía en mis manos,
y a lo lejos, atroces, los cañones resuenan.
Goethe, le digo, cántame una canción romana,
haz que yo sienta en mi corazón esta antigua tristeza.
Pero la tumba calla y sobre ella vuelan grises palomas
y no puedo abrir este libro porque sus páginas son de ceniza.
Milena, digo luego, tal vez tú puedas finalmente salvarme,
dime que soy de carne y de sangre, que esto que me atenaza es un deseo
Pero ella se afantasma entre miles de seres escuálidos
y apenas si percibo dos llamas que se apagan muy lejos.
¿Entonces es delirio todo esto? ¿A quién puedo llamar que me salve?
Su reino es de este mundo. Todos están aceptados y absueltos.
Son demasiado humanos, son demasiado justos,
y yo no logro hablarles con mi estruendo de élitros.
y no aprendí a cruzar las puertas,
y no sé defenderme.
Si ves dos grises ojos de gato en la gótica noche de Praga
comprenderás que temo morir si me duermo.
Si oyes una canción en la gótica noche de Praga
comprenderás que intento saber dónde me encuentro.
Si oyes un corazón en la gótica noche de Praga
comprenderás quién sostiene todo este sueño.


WILLIAM OSPINA




domingo, 19 de octubre de 2014

Noche sinfónica

La música pone unos tristes guantes,
un velo para el rostro casi transparente,
o a veces, cuando la melodía es cálida,
se enreda en la cintura penosamente como una forma de hierro.

Acaso busca la forma de poner el corazón en la lengua,
de dar al sueño cierto sabor azul,
de modelar una mano que exactamente abarque el talle
y si es preciso nos seccione como tenues lombrices.


Las cabezas caerían sobre el césped vibrante,
donde la lengua se detiene en un dulce sabor a violines,
donde el cedro aromático canta
como perpetuos cabellos.

                      Los pechos por tierra tienen forma de arpa,
                      pero cuán mudamente ocultan un beso,
                      ese arpegio de agua que hacen unos labios
                      cuando se acercan a la corriente mientras cantan las liras.

                                                     Ese transcurrir íntimo,
                                                     la brevísima escala de las manos al rodar:
                                                     qué gravedad la suya cuando, partidas ya las muñecas,
                                                     dejan perderse su sangre como una nota tibia.

                      Entonces por los cuellos dulces melodías aún circulan,
                      hay un clamor de violas y estrellas
                      y una luna sin punta, roto el arco,
                      envía mudamente sus luces sin madera.

                                                    Qué tristeza un cuerpo deshecho de noche, qué silencio,
                                                    qué remoto gemir de inoíbles tañidos,
                                                    qué fuga de flautas blancas como el hueso
                                                    cuando la luna redonda se aleja sin oído.

Vicente Aleixandre
La destrucción o el amor








































miércoles, 8 de octubre de 2014

Es tan solo un blog





Bueno, dos.


Este tema de Chuck Mangione siempre me gustó,
fue uno de los primeros que traje al otro blog.


Algún día los blogs tendrán un final.
Y el mundo no se acabará.


Hasta que llegue ese momento,
solamente puedo decir...

                                                                            Gracias por venir





(Al estilo Lina Morgan, por supuesto)








There's no place for me to hide
The thoughts of all the time I cried
And felt this pain
That I have known
Because I needed just to hear
That special something
And then one day
You just appear
You said "hello"
"Let's make love along the way"
Your name is music to my heart
I'll always really love you

Feel so good when I'm with you
I can't believe you love me too
With you it feels like it should feel
With you it feels so good

Vocals by Don Potter







miércoles, 1 de octubre de 2014

Todas las cartas de amor son ridículas



Todas las cartas de amor son
ridículas.
Fernando Pessoa
No serían cartas de amor si no fuesen
ridículas.

También escribí en mi tiempo cartas de amor,
como las demás,
ridículas. 

Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser
ridículas. 

Pero, al fin y al cabo,
solo las criaturas que nunca escribieron cartas de amor
sí que son
ridículas. 

Quién me diera el tiempo en que escribía
sin darme cuenta
cartas de amor
ridículas. 

La verdad es que hoy mis recuerdos
de esas cartas de amor
sí que son
ridículos. 

(Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas).

Álvaro de Campos

(Traducción de Miguel Ángel Flores)