tiene labios azulados,
ojos de soledad, carne de frío,
ojos de soledad, carne de frío,
campos de noche eterna, gesto airado,
inviernos sin otoño y sin estío,
la guerra...
tiene niños asombrados,
manitas de miseria y extravío,
cierzos que cortan vidas y sembrados,
grises atardeceres, sol sombrío,
la guerra...
tiene dientes afilados,
cuchillos de acerado desafío,
boquitas de hambre triste y rostro helado,
inmensa podredumbre hacia el vacío,
la guerra...
tiene el ceño ensangrentado,
harapos y negrura de atavío,
alaridos sin nombre y sin soldado,
desbordadas las venas, turbios ríos.
La guerra...,
sal en la herida abierta de la tierra.
Los muertos son los únicos que ven el final de la guerra.
16 comentarios:
Impecable poema. No la conocía a Antonia. Ya mismo me pongo a subsanar eso.
Buen momento, además, para escuchar el Requiem...
Magnífica entrada: la fotografía, el poema de Antonia Álvarez, a quien no conocía hasta ahora (gracias), y el Requiem de Mozart no podía ser más apropiado.
Felicidades por la entrada.
Merece la pena que lo "subsanes", Carlos, ya lo verás. El Requiem de Mozart es, para mí, de lo mejorcito de toda la historia de la música.
Gracias, Charlie, sé que es demasiado evidente reunir las tres, la fotografía, esa poesía y la música, pero esa imagen del bombardeo de Dresde es impactante; realmente no necesitaría un poema ni música que la acompañase, pero son apropiados, es verdad.
La estuve leyendo en la madrugada. Es muy muy pero muy buena poeta. España siempre pela poetas. Es un árbol de poetas España, de cuatro estaciones, de sus ramas siempre te bajas uno...
Tengo el Requiem por la Sinfónica de Viena. Aquí está sonando en esta desapacible mañana de Buenos Aires.
Sí, perdón, la fotografía es alucinante.
"tiene labios azulados,
ojos de soledad, carne de frío"
No se puede definir mejor la patología de la guerra.
Es impresionante, Carlos. La fotografía impacta por su realismo y por el contraste con la imagen de la estatua (de la torre del ayuntamiento de Desdre que quedó en pie), que aparece contemplando la desolación con esa expresión de placidez.
Creo también que es una definición exacta, Charlie.
La fotografía es de Richard Peter, he colocado también la foto tal cual es, sin retocar.
La expresión de la cara en la fotografía sin retocar es de compasión, me parece.
Un tipo valioso, evidentemente.
http://www.fotonostra.com/biografias/petersen.htm
Sin duda.
Me cae bien, por autodidacta, por antinazi y por el motivo por cual fue expulsado de un partido. Todo esto al margen de su fotografía, de la que me interesaré más a fondo.
Lo mismo digo.
Bellísimo, Marian. Inspiradísima composición y fotografía. Redondita como la luna, como la noche y el día.
Gracias!
¡De nada! Lo inspiró el poema.
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