jueves, 14 de mayo de 2015

Shakespeare in law






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¡Trágicas muertes en Verona
provocadas por un inglés!




La ciudad de VERONA se ha visto consternada por una serie de crímenes en los cuales desempeña un nefasto papel un súbdito inglés llamado Shakespeare. Al parecer, este sujeto, sabedor de que las familias de los Montescos y Capuletos estaban reñidas, metió cizaña y animó al señorito Romeo Montesco a ir a una fiesta de los Capuletos, con el fin de que se enamorara de la señorita Julieta, que, como se ve, era bastante mona.


Siempre empujado por el inglés, el señorito Romeo, enamorado de la señorita Julieta, se dedicó con bastante asiduidad a volverla loca de remate, diciéndole cosas bonitas del amor y todo eso cuando ella se asomaba a su balcón a ver la luna, las estrellas y demás cuerpos celestes. Helos aquí, dedicados a la cháchara amorosa, olvidados de que sus familias estaban reñidas y de que la nocturnidad es una agravante de aúpa.

Pero el inglés no tenía bastante con esto; con malas artes consiguió convencer al señorito Romeo para que matara a don Teobaldo por cuestión de fas o de nefas. Y don Teobaldo era un Capuleto como el que más. Romeo, dominado por el llamado Shakespeare, no vaciló y, aprovechando un rato que tenía libre, liquidó a don Teobaldo.

Sigue el inglés en acción, que se las arregla para casar en secreto a los jóvenes señoritos. He aquí a los jóvenes en pleno vértigo de amor, creyéndose que ya está todo arreglado y que ya pueden dedicarse toda su vida a decirse que se quieren y que no pueden vivir sin ellos. Y el inglés, en la sombra, frotándose las manos de gusto, porque ya está preparando otra jugada: la huída del homicida señorito Romeo a Mantua. 

He aquí al pobre Romeo, recién casado y triste, dirigiéndose con sus cosas a Mantua, donde por cierto hay una peste tremenda. Y ya verán lo que va a pasar por la peste esa, también invento del inglés.

Mientras tanto, el padre de la señorita Julieta, que estaba en Babia, se empeña en casar a esta con el noble Paris, que es un chico bueno, limpio y trabajador. Naturalmente, Julieta pasa unos apuros espantosos, ya que no se atreve a decirle a su papá que ella ya está casada por su cuenta, y precisamente con un enemigo tan mortal como es para ellos Romeo.

Los sudores de Julieta cuando ya la cosa no tiene remedio son bárbaros. Consulta con su confesor, y este le suministra una pócima con la cual parecerá que está muerta, pero no, y así no podrán obligarla a casarse con Paris. Luego, el confensor avisará a Romeo de lo que sucede.


Pero, ¡sí, sí! El que lleva el aviso tropieza con la peste, y Romeo, que no puede vivir sin Julieta, vuelve a Verona a verla. Y se entera de que está muerta y enterrada. Corre el sepulcro, la desentierra, la besa, le dice unas ternezas maravillosas y mata a Paris, que pasaba por allí. Y, siempre aconsejado por el inglés, va y decide matarse a sí mismo. Y se mata.

El llamado Shakespeare espera tranquilo: sabe que Julieta tiene que despertar. Y Julieta despierta. Y ve todo lleno de muertos a su alrededor. Unos, ya desde hace tiempo; otros, recién hechitos cadáveres. Y la desgraciada -¡qué iba a hacer ante la hecatombe!- va y se mata, poniéndose perdida de sangre.

El inglés respira satisfecho. Pero poco; la policía le sigue los pasos. Apenas celebrado el entierro de los dos amantes y de los demás muertos que hay por allí, la justicia conseguirá prender al instigador de esta cadena de luctuosos sucesos. Esperamos que la ley sea dura con él.

AZCONA
Nº 777, 7-10-1956
"La Codorniz"


Coedición de Pepitas de calabaza ed. & Fulgencio Pimentel

14 comentarios:

Juan Nadie dijo...

Por supuesto! Esperemos que la justicia no tenga piedad de ese Shakespeare enredador.
Genial este Azcona (supongo que será Rafael Azcona, gionista de tantas películas de Berlanga). Genial La Codorniz, no ha habido en España otra revista humorística como esa.

Juan Nadie dijo...

Tantas muertes a lo tonto, hombre, por favor...!

marian dijo...

El mismito.
Hay tres volúmenes sobre los artículos que publicó en "La Codorniz" ("La revista más audaz para el lector más inteligente") El que he traído es del volumen 1956-1958, que, como dice otro logroñés (Bernardo Sánchez) en esa recopilación, sobre ese periodo: "Se agudiza más, si cabe, el esperpento, que es un método de dolor distanciado, de deshumanización terapéutica"

marian dijo...

El título me lo he sacado de la manga:)

marian dijo...

Solamente tengo ese volumen, que lo he cogido en la biblioteca, es una gozada. Algunos se han quedado un poco desfasados, en aquella España, pero los pocos que he leído no tienen desperdicio.

Juan Nadie dijo...

Un monstruo, Azcona. Sus guiones para el cine no es capaz de firmarlos ni el mismísimo Bllie Wilder. Lo que pasa es que era español, y español modesto, que eso es para nota.
¿Qué se puede decir de un tipo que cuando cumplió los ochenta soltó: "Hoy ochenta años los cumple cualquiera". O que tituló una de sus primeras novelas (no sé si la primera) "Con los muertos no se juega, nene", y que para más cachondeo murió el Día de Resurreción". A ver quién mejora eso.

marian dijo...

Modesto de verdad, sin falsa modestia. Si como guionista fue único, cuando más conoces de él, como persona, encuentras a un ser humano excepcional.

Lo de hoy solo ha sido un adelanto de lo que quiero prepararle.

Juan Nadie dijo...

Mira a ver si te sirve esto, y perdón por la autocita:

http://lamiradainmovil.blogspot.com.es/2008/03/hoy-80-aos-los-cumple-cualquiera.html

marian dijo...

Claro que me sirve, alguna cosilla conocía. Una de las cosas que pasa con Rafael Azcona, cuanto más sé de él, es que me identifico en cómo veía la vida.
Imposible no sonreír escuchándole.

carlos perrotti dijo...

Genial, hasta donde entiendo, y pese a lo que me pierdo...

Sirgatopardo dijo...

Ancona y La Codorniz. Solo falta Berlanga.

marian dijo...

Qué pareja, eh, Gato.

marian dijo...

Lo acabarás conociendo más, Carlos, merece la pena.

carlos perrotti dijo...

Ni duda.