miércoles, 6 de enero de 2016

Cosas de Jardiel Poncela



Un viento de insensatez, de estupidez, de desequilibrio, de locura y de incongruencia agita las arboledas del Mundo, y todo tiene consecuencias inesperadas y absurdas.

Los partidos de fútbol acaban en batallas campales. 

Un juego de tute concluye en una discusión política. 

Las turbas se lanzan a la calle a derribar al Gobierno y derriban un tranvía.

Al mes de luchar como tigres los ejércitos de dos naciones se hace saber que la guerra entre esas dos naciones no ha sido aún declarada.

Mientras los tronos se derrumban y la realeza parece ser odiada por todo el mundo, nace la moda de nombrar cada día una reina nueva: "reina de la belleza"; "reina de las modistillas", "reina de las taquimecanógrafas rubias”, "reina de las bizcas".

Se dictan y se ponen en vigor "leyes secas", para evitar la criminalidad, y por causa de esas leyes la criminalidad aumenta en un 500 por 100. 

Se lucha, se trabaja y se muere por perfeccionar el motor de explosión de los aeroplanos, y cuando está perfeccionado, se empieza a volar sin motor. 

Se consigue construir transatlánticos como palacios donde toda comodidad, todo progreso, todo refinamiento se puede disfrutar sin bajar a tierra, y entonces surgen docenas de "navegantes solitarios", que atraviesan los océanos en barcas de pescadores luchando contra los elementos como el hombre primitivo o como Robinson Crusoe. 

Todo el mundo habla de paz y todo el mundo se prepara para la guerra..

                                                 En fin...

                                                 LA H U M A N I D A D 

                                                 E S T Á  C O M O 

                                                  UNA 


LA HUMANIDAD ES MÁS REPUGNANTE Y MÁS DESPRECIABLE CADA DÍA.
 LA HUMANIDAD DA ASCO. 

Y lo más triste es que uno pertenece a la Humanidad. 

 ¡¡ Qué pena tan grande!! 

(Pausa)


*

LA TOURNÉE DE DIOS (1932)
(Fragmento)

*

MÁXIMAS MÍNIMAS



Cuantas menos ideas albergue un hombre en el interior de su cráneo, más sostendrá y defenderá las pocas que posea.

Los pájaros cantan sus romanzas en el pentagrama de los hilos del telégrafo.

El corazón es siempre una actualidad palpitante.

Toda sociedad es un organismo podrido que se conserva gracias al hielo de la hipocresía.

La vida no es más que un relámpago entre dos noche infinitas.

Nadie dice a nadie la verdad de su corazón.

Los amores con los que se pretende limpiar los espíritus suelen no servir más que para ensuciar sábanas.

Lo que mayor interés demuestran en saber los enamorados es aquello que más va a hacerles sufrir.

Todo lo agradable de la vida es un truco destinado a hacer olvidar que se vive.

Lo único que no se ve es lo que está al alcance de la vista.

En la vida, veinte años pasan a veces sin dejarnos huella, y quince días lo desmoronan todo por fuera y por dentro.

Los muertos, por mal que lo hayan hecho, siempre salen en hombros.

Cuando un ser humano entrega su alma a Dios es porque ya no podía con su alma.

Todos los hombres que no tienen nada importante que decir hablan a gritos.

Los grandes hombres no tienen apellido.

La más de las veces, cuando un hombre ama a una mujer lo hace porque no tiene otra a quien amar.

La felicidad, a semejanza del arte, cuanto más se calcula menos se logra.

La sinceridad la inventó uno que quería amargarle la vida al prójimo.

En la mujer coqueta la sexualidad es exterior; en la sensual la sexualidad es interna.

Cuando los inteligentes dan traspiés en la vida ello obedece casi siempre a que, equivocadamente,
 han supuesto en los demás su misma cantidad de inteligencia.

Para que la Tierra resulte hermosa es preciso verla, a través de un telescopio, desde otro planeta.

El éxito del político estriba en acertar a decir en voz alta lo que está pensando la mayoría.

La Política es la ocupación de los hombres sin ocupación.

Los dolores de los humanos constituyen para los demás humanos el espectáculo más entretenido.

Por estúpido y absurdo que ello sea, no hay quien no esté inclinado a creer lo que halaga a la vanidad.

La soledad más absoluta se encuentra en medio de las multitudes más inmensas.

Todo arte es un placer solitario. 

Los montones de piedras y las tertulias artísticas se forman por acumulación de adoquines.

En Oratoria no es imprescindible que el público entienda lo que el orador dice.

Adán y Eva fueron los primeros que se atrevieron a hacer vida marital sin estar casados por la Iglesia.

La mentira siempre es creíble.

La verdad es siempre inverosímil.

Cuando hay demasiados indicios de que un hecho no es verdadero 
debe empezarse a creer que es verdadero,
 y cuando hay muchas pruebas de que es verdadero, 
entonces puede estar seguro de que es falso.

Solo el que paga un trabajo es un verdadero admirador.

Si buscáis los máximos elogios, moríos.

El amor es tímido; la lujuria es audaz.

Detrás de la ilusión más poderosa hay siempre humo.

La experiencia es una enfermedad que no se contagia.

Se llama experiencia a una cadena de errores.

Ser libre es dejar de depender de alguien para depender de todos.

Un buen amigo os dirá siempre la verdad: salvo en el caso de que la verdad sea agradable.

Aconsejar amistosamente es querer que hagan los demás lo que no haríamos jamás nosotros mismos.

Los científicos puros están siempre de acuerdo; los políticos no lo están casi nunca.

Lo que se lee sin esfuerzo alguno se ha escrito siempre con un gran esfuerzo.

Los celos son el delirio del instinto de la propiedad.

El que no vale para actuar se resigna y cree que así actúa.

Inmortal realmente tiene que ser España para no haber sucumbido ya 
a tanto daño como le han hecho a través de la Historia, 
los españoles.

La vida es una feria de hipocresías.

Por severo que sea un padre juzgando a su hijo, nunca es tan severo como un hijo juzgando a su padre.

El romanticismo no es sino la aleación de la sensualidad con la idea de la muerte.

La religión es un anestésico.

Lo decisivo en la Historia de un pueblo es el hombre medio, no la selección.

Los políticos son como los cines de barrio, primero te hacen entrar y después te cambian el programa.

El que no se atreve a ser inteligente, se hace político.

En la vida humana solo unos pocos sueños se cumplen; la gran mayoría de los sueños se roncan.

El amor es como la salsa mayonesa: cuando se corta, hay que tirarlo y empezar otro nuevo.

La amistad, como el diluvio universal, es un fenómeno del que todo el mundo habla, pero que nadie ha visto con sus ojos.

Toda interviú es una necesidad pequeña puesta al servicio de una vanidad muy grande.

España no tiene necesidad de invertir millones y millones en intentar dividir el átomo, 
porque nuestros átomos,
 por el único hecho de nacer españoles,
 nacen ya divididos.

*













10 comentarios:

Juan Nadie dijo...

Hombre, el gran Jardiel. Qué bueno, y qué olvidado está últimamente!

Hay en casa, desde hace bastante más de medio siglo (herencia de mi padre) un libro de Jardiel Poncela titulado "Para leer en el ascensor", donde vienen todas estas frases y muchas más. El libro se cae de viejo, de tanto como se ha leído.
Ahora mismo, aunque me quedaría con todas, me quedo con: "Las turbas se lanzan a la calle a derribar al Gobierno y derriban un tranvía."

Juan Nadie dijo...

El documental lo veremos con tranquilidad y tiempo.

Precursor, Jardiel.

Se agradece este post.

marian dijo...

Yo tampoco lo he visto entero.
Se lo merecía. Qué triste los de algunos autores nuestros. Censurado en la República, también en el franquismo, no valorados como se merecieron y se merecen.

Tiene frases acertadísimas sobre la condición humana, no tanto sobre las mujeres, era un tanto misógino en algunas "sentencias", en las que si hubiese puesto por delante "algunas mujeres" en lugar de "las mujeres" habría, incluso, atinado.

marian dijo...

Yo lo conocí por las obras de teatro, aquellas que ponían en televisión, las recordarás.
No me perdía una.

marian dijo...

Una curiosidad sobre "La tournée de Dios", está escrita como "Rayuela" con una narración no lineal.

Juan Nadie dijo...

Claro que las recuerdo. Teatro del absurdo. Genial, e interpretado por los mejores actores que teníamos entonces. Ay, ¿que fue de aquellos programas teatrales de la tele?.

Pelín misógino, sí.

Juan Nadie dijo...

Pionero, ya está dicho.

marian dijo...

Los de entonces se pueden ver en rtve y en youtube. Que no haya teatro (de cualquier género) actualmente en la televisión es una pena.

carlos perrotti dijo...

Un gran olvidado Enrique Jardiel Poncela. Les cuento una: lo leíamos en el colegio. Y durante toda una "clase" de lenguaje lo llamamos Javier. No lo van a creer. Pero así nos fue presentado por nuestro "maestro" que blandía delante de nuestros ojos un ejemplar de la obra de Jardiel (que no recuerdo cuál era) mientras nos leía alguna de sus frases... hasta que una compañera reparó en el error-horror apenas tuvo en su mano un ejemplar (creo que era justamente de "La Tournée de Dios") que su padre tenía en su biblioteca y al día siguiente lo llevó al colegio para desasnarnos, lo cual incluía al "maestro", el señor Piedralba, al que solíamos apodar "Linda piedra para la honda" que me imagino es una expresión que por allá también se debe decir.

Rescataste a uno de los grandes, Marian. Un filósofo.

marian dijo...

No conocía esa expresión , pero seguro no era nada bueno para el profesor Piedralba:)