Mi mano en la suya provocó inmediatamente un shock para ambos, una unión inacabable e inacabada, una electrocución ininterrumpida, un ansia por abrazarnos, por diluirnos el uno en el otro, una alquimia mágica y extraña, un impudor púdicamente infinito. Sus ojos miraron fijamente los míos y ya no dejarían de hacerlo. Estábamos solos en el mundo.
10 comentarios:
Hipnótica fotografía. Escucho a Bobby y se me pone la piel de gallina. Leo "una unión inacabable e inacabada, una electrocución ininterrumpida..." Una fusión entre mirada e imagen. Un instante de suspensión. Todo el texto me pone los ojos en lágrimas. Cincuenta y algo más de palabras que avergüenzan varios tratados sobre la atracción y el deseo... Qué maravilla, Marian.
Maravilloso texto sobre la atracción, que como dice Carlos avergüenza a cualquier tratado "serio", pero... ¿de quién es?
Mientras escribo esto, la ventana de comentarios está tapando la cara de Bogart. Mejor así. :-)
Lo mismo que vosotros pensé cuando lo escuché. La canción de Dylan, hipnótica también, es una maravilla, no solo pone la piel de gallina, se mete en la piel y se queda, eh, Carlos.
Ya, ya, Charlie, has hecho trampa:) Esa ventana la has hecho coincidir para que la Bacall te mire a ti directamente.
¿De quién es?...
http://www.rtve.es/alacarta/videos/libros-con-uasabi/libros-uasabi-24-04-16/3582917/
Minuto: 16:20
Así que Brigitte Bardot, ¿eh? Mírala ella, oye.
Sí este no es un hallazgo, Marian, qué será un hallazgo, no?
Pero me enamora aún más de Brigitte. Y conste que la estaba olvidando. Snif...
Vaya dos... el uno suspirando por la Bacall y el otro por la Bardot...
Sí, pero ya no nos van a hacer caso, Snif, snif...
Hala, lo que faltaba, un doble Snif.
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