Hace tan solo un mes que murió Félix Grande.
En ese adiós quise acompañarlo con un poema de su compañera, Francisca Aguirre,
y con dos poetas del flamenco:
Paco de Lucía y Camarón de la Isla
Hoy es Félix Grande con uno de sus poemas
UNA GOTERA
Escucho la guitarra de Paco de Lucía.
La música me araña los huesos de la edad.
Lejanamente todo mi pasado se enfría.
Una gotera insiste entre la soledad.
La madrugada apoya su frente en la ventana
y me confía unas sílabas de pena y compasión:
se lo agradezco desde la yel de esta desgana.
Hay una losa de algo sobre mi corazón.
Una gotera. Una gotera hay en mi casa
en esta rara noche de música y de adiós.
Y en esta seguiriya que me hiela y me abrasa
veo el rostro de la nada como un golpe de tos.
¿Qué es esto? ¿No está al lado mi bella hija dormida?
¿No está ahí cerca dormida la paz de mi mujer?
El invierno tirita y me lame la vida.
Mi juventud se ha ido para nunca volver.
¿Te acuerdas, Paco? Un día fuimos adolescentes
entre hermosas guitarras y muchachas de miel.
Y hoy la noche de invierno me acaricia los dientes
Y hoy la noche de invierno me acaricia los dientes
y el viento de los años dormita en el mantel.
Todos mis sueños muertos se acuestan a mi lado
y esta gotera sigue rezando sin cesar.
Hasta el renunciamiento me dejó abandonado.
Se han ido lejos hasta mis ganas de llorar.
Cuando ya ni la lágrima acude hasta la herida
y la vida es convulsa como golpe de tos
¿qué le queda a esta llaga trivial y entumecida?
¿qué le queda a esta música? ¿qué nos queda a los dos?
Suena en la seguiriya la lujuriosa pena
de un tiempo que se apoya cansado en la pared.
Y suena en mi memoria y en mi cansancio suena
la horrenda saciedad que me dejó la sed.
Perdona, Paco. Excusa esta porción de invierno
con que te está escuchando mi viejo corazón.
Y que Dios te bendiga por ese ruido eterno
que suena como suena la palabra perdón.
Fumo mi cigarrillo sentado en una silla,
cercado por la silla, la tiniebla y la edad.
Oigo el perdón, muy próximo, en esta seguiriya.
Y oigo, lejos, la espalda de la felicidad.
Escucho la guitarra de Paco de Lucía.
La música me araña los huesos de la edad.
Lejanamente todo mi pasado se enfría.
Una gotera insiste entre la soledad.
La madrugada apoya su frente en la ventana
y me confía unas sílabas de pena y compasión:
se lo agradezco desde la yel de esta desgana.
Hay una losa de algo sobre mi corazón.
Una gotera. Una gotera hay en mi casa
en esta rara noche de música y de adiós.
Y en esta seguiriya que me hiela y me abrasa
veo el rostro de la nada como un golpe de tos.
¿Qué es esto? ¿No está al lado mi bella hija dormida?
¿No está ahí cerca dormida la paz de mi mujer?
El invierno tirita y me lame la vida.
Mi juventud se ha ido para nunca volver.
¿Te acuerdas, Paco? Un día fuimos adolescentes
entre hermosas guitarras y muchachas de miel.
Y hoy la noche de invierno me acaricia los dientes
Y hoy la noche de invierno me acaricia los dientes
y el viento de los años dormita en el mantel.
Todos mis sueños muertos se acuestan a mi lado
y esta gotera sigue rezando sin cesar.
Hasta el renunciamiento me dejó abandonado.
Se han ido lejos hasta mis ganas de llorar.
Cuando ya ni la lágrima acude hasta la herida
y la vida es convulsa como golpe de tos
¿qué le queda a esta llaga trivial y entumecida?
¿qué le queda a esta música? ¿qué nos queda a los dos?
Suena en la seguiriya la lujuriosa pena
de un tiempo que se apoya cansado en la pared.
Y suena en mi memoria y en mi cansancio suena
la horrenda saciedad que me dejó la sed.
Perdona, Paco. Excusa esta porción de invierno
con que te está escuchando mi viejo corazón.
Y que Dios te bendiga por ese ruido eterno
que suena como suena la palabra perdón.
Fumo mi cigarrillo sentado en una silla,
cercado por la silla, la tiniebla y la edad.
Oigo el perdón, muy próximo, en esta seguiriya.
Y oigo, lejos, la espalda de la felicidad.
Félix Grande
Todo lo que hago es flamenco.
Sobre todo cuando no hago flamenco.
Sobre todo cuando no hago flamenco.
Con Bryan Adams
Con John McLaughlin y Larry Coryell
Con Joaquín Rodrígo (Fragmento del Concierto de Aranjuez)
No somos tu familia ni amigos, ellos son los que notarán tu ausencia, pero...
algo se muere en el alma
cuando un poeta se va
6 comentarios:
Impecable post homenaje al poeta guitarrista Paco de Lucía. Sentido homenaje con Almoraima, mi preferida.
Pero desasname, Marian, a qué alude el poeta Grande con eso de seguiriya?
la seguiriya es un palo flamenco como lo son buleria, tango, petenera, martinete, rumba, etc...
Efectivamente, un post completito
Es lo que dice Gatopardo, Carlos. Aquí os dejo un enlace donde especifica más sobre ella:
http://www.radiole.com/especiales/enciclopedia_flamenco/seguiriyas.html.
Son homenajes sencillos, pero sentidos, una mezcla entre tristeza y agradecimiento.
Y así llega, a todos los sentidos.
Este enlace va a mis favoritos. Se agradece.
Es un buen enlace, haces bien.
Con los que están... como para no emocionarse.
Descubro que sí.
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